La semana pasada mi esposa fue a reactivar su estado como elector, ya que en las elecciones del 2008 no pudo votar por tener a su padre en el hospital. Ella fue al edificio central de la Comisión Estatal de Elecciones, y en el vestíbulo de la CEE le indicaron que tenía que ir a la Junta de Inscripción Permanente, la cual queda en el mismo edificio, pero su entrada es por otro lugar. Mi esposa llega, y no había nadie mas para ser atendido. Le pidieron que se sentara en el área de espera, y luego de un rato, la llamaron y le pidieron “su número”. El número era uno que supuestamente debía haber tomado, pero que no le habían indicado. Entonces le dijeron que tenía que ir al vestíbulo de la CEE a buscar su número. Ella indicó que de allí la habían enviado a la JIP, y no le mencionaron nada sobre el número. Parece que al notar la cara de mi esposa, y de que si salía de allí no regresarí, decidieron hacer la “excepción”con ella.
Esos son los momentos en que uno siente vergüenza ajena del sistema. No había nadie en el lugar antes de … Leer más...