Llegó el día en el que me reuniría con mi consejera de la Administración de Rehabilitación Vocacional, y me presenté con mis papeles ya completados. uno de esos papeles era una evaluación médica que había preparado mi oftalmólogo Ese documento en particular no lo había leído antes de llegar a la cita. La consejera evaluó los documentos y me indicó que ciertamente yo cualificaba para recibir los servicios de ARV ya que ya yo era legalmente ciego.
–¿Qué?
Resultó ser que mi decisión de empezar a prepararme con anticipación a que me quedara ciego, lo que ya yo sabía era inminente, no fue con la anticipación que yo creía. La evaluación médica ya me catalogaba como “legally Blind”. Mi capacidad de predecir el futuro no había sido tan buena como yo pensaba.Ni siquiera había podido pronosticar el pasado. Ya yo era legalmente ciego y no lo sabía.
Si bien es cierto que en términos de agudeza visual yo no era todavía ciego, ya que aunque en un ojo estaba en 20/200, en el otro ojo mi visión con corrección era bastante buena, la realidad era que en términos de campo visual la historia era otra. Mi vista era como mirar … Leer más...
