El ser catalogado como una persona vieja es algo relativo. Para mi mamá mientras vivía, y para mi papá, mi hermano y yo siempre hemos sido “los nenes”, pero a la misma vez si le pregunto a mis hijos, ellos contestan sin ninguna duda que su madre y yo somos viejos. Por lo tanto, estos se balancean, y nos queda otro grupo, que es el de nuestras amistades, con los que siempre somos parte del grupo de “los muchachos”. El problema está en que estos grupos por ser cercanos a uno, tienden a estar parcializados. De ahí, que necesitemos una opinión externa.
En las últimas semanas he tenido la oportunidad de poder mezclarme con uno de estos grupos. Llevo varias semanas visitando oficinas médicas en el Auxilio Mutuo, atendiendo ciertos dolores y molestias que me han aquejado por algún tiempo, pero que recientemente se me juntaron todas a la vez, por lo que decidí ocuparme del asunto para evitar tener que preocuparme después. Esta peregrinación me ha llevado en varias ocasiones a oficinas médicas, laboratorios, Rayos X, CT Scan, e incluso a tomar terapias físicas por nervios que tengo pinchados en la espalda. En todas estas salas de espera siempre … Leer más...