Ya lo que me quedan son pocos días de entrenamiento en The Seeing Eye. En la mañana fuimos a una estación de tren a estacionarnos para entonces tomar una guagua. Hoy el día fue para aprender a usar distintos medios de transportación colectiva. En la guagua llegamos a otra estación del tren y ahí entonces practicamos a como abordar el tren con nuestros perros. Dado que lo importante es practicar el subir y bajar del tren, sólo recorrimos un trayecto corto que nos llevó a la siguiente estación que como pueden imaginar era donde habíamos dejado la van. En el camino de regreso a The Seeing Eye nos detuvimos en una farmacia para seguir las prácticas en distintos tipos de lugares comerciales, y de una vez que yo pudiera comprar las baterías para el teclado que uso para escribir este diario. Si no las hubiese comprado, probablemente no hubiese escrito hoy.
Una vez llegamos a TSE fuimos al sótano a practicar otro medio de transporte, el cual estaré usando el jueves para regresar a PR. Obviamente no tienen un avión aquí, pero lo único que necesitamos eran dos filas de asientos para practivar el como acomodar a nuestros perros en el avión. El perro es colocado debajo del asiento que queda frente al de uno. No se preocupen, el perro cabe muy bien ahí. Lo que nos recomiendan es que usemos siempre el asiento de la ventana de manera que nadie tenga que cruzar frente a uno. El arnés es colocado en el espacio que queda entre el asiento y la ventanilla.
En la tarde tuve otra salida al campo para practicar el caminar en la calle en lugares que no hay aceras. En esta ocasión también usamos el bastón para poder detectar la distancia a la que estamos del borde, en lugar de usar una pierna como hicimos la vez anterior.
Una vez de regreso al edificio principal tuve la reunión de salida con el Director de Entrenamiento de TSE. En esta reunión buscan averiguar como uno cataloga la experiencia de las pasadas semanas, así como cuan seguro uno se siente con el perro que estamos trabajando. Aproveché la oportunidad y pregunté por la cantidad de perros guías entrenados en TSE que hay en Puerto Rico, y el mío sería el sexto, y hay al menos una persona en lista para regresar a entrenar con un perro nuevo. Una vez terminada esa reunión visité la oficina de admisiones para pagar mi cuenta. Creo que ya les había dicho, pero por si acaso se los recuerdo que el costo de mi nuevo perro es $50.00, y esto incluye el perro, entrenamiento, estadía, comidas, equipo del perro, cepillos, jueguetes, y hasta los pasajes aéreos. Cuando es la primera vistia el costo es de $150.00. Menciono estos números ya que hay personas ciegas que nunca consideran la idea de tener un perro guía debido a que piensan que estos cuestan miles de dólares, cuando la realidad es que se pueden adquirir a precios accesibles. Debo añadir que yo me encuentro en la institución de este tipo más antigua del mundo, y que además es la de más prestigio.
En la noche tuvimos una charla de cómo prepararnos para el regreso a nuestros hogares. Lo más importante de la charla es que tengamos claro que el perro requerirá mucha atención las primeras semanas ya que se encuentra en un lugar completamente desconocido para ellos. Por ejemplo, en las primeras dos semanas debemos mantener todo el tiempo al perro con una correa junto a nosotros, o en su jaula. Básicamente así fueron nuestos primeros 12 ó 13 días aquí.
Olvidé mencionar que al pagar la cuenta me entregaron varios documentos del perro como una tarjeta tamaño cartera de su vacuna de rabia, una foto 5 X 7 de mi grupo, y mi tarjeta de identificación en la que aparezco con Smiley. Aquí incluyo copia de la foto que usaron para la tarjeta de identificación:
