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El Rincón de Juanjo General

Acusar sin evidencia… también es corrupción

En momentos en que se discute una admisión de culpabilidad en el tribunal federal, por parte de los hermanos Walter y Eduardo Pierluisi Isern, por actos de corrupción, la oposición política del Partido Nuevo Progresista está salivando, contando con que este caso afectará no solo al gobernador y primo tercero de los implicados, sino a todo el liderato de esa colectividad.

Como era de esperarse, la mayoría de los medios de comunicación reseñan la noticia, legítimamente, pero le añaden algo de veneno con insinuaciones que no solo son injustas, sino absurdas. Entre estas, que “el gobernador se distanció, a pesar de que los dos hermanos estuvieron involucrados en su campaña”, que “el gobernador insiste en que son primos lejanos”, y que “el gobernador se defendió muy pobremente”.

Vamos por parte.

Primero, TODOS saben que de lo que se declararán culpables los hermanos Pierluisi Isern es de actos de corrupción durante años ANTES de que Pedro Pierluisi fuera gobernador.

Segundo, NO HAY ninguna acusación o indicio de que el dinero que obtuvieron ilegalmente fuera utilizado para la campaña de Pedro Pierluisi, NADA.

Tercero, cuando dicen que el gobernador se defendió muy pobremente… ¡hay que tener cojones para pretender que él pruebe su inocencia sobre algo de lo que nadie lo ha acusado ni señalado! El peso de la prueba, mis queridos amigos, es del que acusa, del que señala, del que insinúa.

Pero más importante que todo lo anterior, es que, como sociedad, tenemos la enorme responsabilidad de NO acusar ni señalar, no solo sin evidencia, sino por asociación. Acusar sin evidencia… también es corrupción.

Pero veamos algunos casos interesantes que hemos tenido de delitos o potenciales delitos cometidos por familiares de políticos o llamados “influencers” en Puerto Rico, y que estoy seguro que todos estamos de acuerdo en que sería injusto que estos últimos sufrieran las consecuencias. Por el contrario, en la mayoría de los casos la historia ha demostrado que estos políticos e “influencers” fueron y son personas de bien.

1. José María Jarabo Pérez-Morris, padre del ex presidente de la Cámara de Representantes, José Ronaldo “Ronny” Jarabo. Jarabo Pérez-Morris fue el último convicto en ser ejecutado en el garrote vil en España, en 1959, luego de asesinar a 4 personas.

Una historia terrible y que, seguramente, debe haber afectado al ex presidente cameral del Partido Popular, aunque no se haya criado con él. Usted puede tener diferencias con Ronny Jarabo, pero la verdad es que fue un excelente líder político que, por razones que no vienen al caso y que NO tienen que ver con corrupción ni mucho menos con asesinatos, no pudo continuar su carrera política. Sin embargo, todavía es un gran asesor y así lo reconocen políticos de todos los partidos.


2. Mariano Ríos, ex senador del Partido Popular, abuelo del ex representante Héctor Ferrer Ríos (QEPD) y bisabuelo de Héctor Ferrer, hijo. Convicto por corrupción gubernamental.

De nuevo, usted puede haber tenido o tener diferencias con Héctor Ferrer, padre e hijo, pero no puede jamás insinuar que las actuaciones de su abuelo y bisabuelo los haya salpicado o hecho corruptos.


3. Samuel Pérez, psicólogo arrestado por los federales por intento de coerción y seducción de menores, y pornografía infantil, hermano del comediante y guitarrista Silverio Pérez.

Sí, Silverio ataca a los penepés y la Estadidad cada vez que respira, utiliza el sarcasmo para caerle encima a todo lo que huela a PNP y cree que es gracioso. Sin embargo, NADIE puede ni debe insinuar que debe pagar por los delitos que se le imputaron a su hermano. NADIE.


4. José “Chemito” Soto, convicto por narcotráfico en la federal, hijo del ex alcalde de Canóvanas, José “Chemo” Soto (QEPD).

Todos vimos aquellas escenas de un padre destruido por lo que sucedió con su hijo, pero nunca NADIE se atrevió a siquiera insinuar que él estaba involucrado en la actividad criminal de su hijo. Fue un excelente alcalde, pintoresco y bien de pueblo. Los que lo conocimos personalmente lamentamos que falleciera sin ver a su hijo salir de la cárcel, pero es otro de esos casos donde habría sido en extremo injusto y criminal hacerlo pagar por los actos de su hijo.


5. José Eduardo Toledo, convicto por narcotráfico, hijo del ex superintendente de la Policía, Pedro Toledo Dávila (QEPD).Si de alguien se podía hablar cosas extraordinarias era de Pedro Toledo. No creo que tenga que añadir mucho aquí.


6. Xavier Pérez Torres, acusado de apuntar con un arma de fuego a un vecino, hijo del ex representante popular y mantenedor de programas de televisión y radio, Ferdinand Pérez.

Aunque ese caso no es tan grave como los anteriores, me parece importante traerlo y destacarlo porque, de nuevo, un hijo aparenta haber cometido una ilegalidad, pero resultaría injusto que, tras que Ferdinand tiene que atravesar por una situación que le rompería el alma a cualquier padre, también lo quisieran responsabilizar por lo que Xavier hizo.

Podría desempolvar archivos noticiosos y colocar muchos más aquí, pero me parece que mi punto ya ha quedado claro.

En fin, independientemente de si los hermanos Pierluisi Isern son primos cercanos o lejanos, no cabe duda de que son familia del gobernador, Pedro Pierluisi. A mí tampoco me cabe duda de que esto tiene que afectarle al señor gobernador como a cualquiera de nosotros, si un familiar o amigo cae en desgracia, independientemente de si se lo buscó o no.

Sin embargo, pretender que Pedro Pierluisi responda por los aparentes delitos de otros, delitos de los cuales NO existe nada que siquiera sugiera que él tuvo o tiene algo que ver, no es solo un acto politiquero y cobarde, sino un acto de corrupción moral que aquellos que aspiramos a tener un mejor Puerto Rico no podemos menos que repudiar.

2 respuestas a «Acusar sin evidencia… también es corrupción»

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