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El Rincón de Juanjo

SCQUEP

“El verdadero penepé, sabe bailar la Macarena.”

La historia del Partido Nuevo Progresista y de la lucha por la Estadidad está llena de grandes hombres y mujeres que, con el fin de lograr la Igualdad para Puerto Rico, al tiempo que procuran administraciones de grandes obras, progreso y justicia social para todos los que compartimos un pedacito de esta bendita patria, han dejado sus huellas en todos los niveles.

Desde los funcionarios de colegio, movilizadores y líderes de barrio, hasta los líderes en los más altos niveles de la política como el Dr. José Celso Barbosa y Luis A. Ferré, y ahora el Lcdo. Pedro Pierluisi, entre muchos, muchísimos otros, han provocado cambios y transformaciones ideológicas importantes, al punto que hoy la Estadidad es, incuestionablemente, la fórmula de estatus a la que aspira la mayoría de los puertorriqueños. A cada uno de los miles y miles de héroes de la Estadidad que han aportado de alguna manera, independientemente del lugar o la tribuna desde la cual lo haya hecho, vayan mis respetos y mi admiración.

Sin embargo, y haciendo la salvedad de que esto de ninguna manera constituye un menosprecio a los demás líderes del PNP, me resulta necesario enfocar esta columna en la más importante aportación del Dr. Pedro Juan Rosselló González.

Sí, la obra de Pedro Rosselló ha sido la más grande y moderna que se ha logrado en Puerto Rico en los últimos 60 años. De hecho, estoy seguro de que usted, al igual que yo, ha escuchado a adversarios políticos del PNP reconocer, aunque sea por lo bajo, que Pedro Rosselló fue el mejor gobernador que tuvo Puerto Rico. Pero más allá de esa afirmación, la aportación ideológica de Pedro Rosselló fue y es mucho más grande, aunque la izquierda que domina la mayoría de los medios de comunicación, noticiosos o no, continúe con su agenda de minimizarla o esconderla.

Para poder explicar mejor mi planteamiento, iré al 1991, cuando Rafael Hernández Colón intentó enmendar la Constitución con unas propuestas absurdas y peligrosas (en otra ocasión entro en el detalle), lo que dio paso a la figura de este cirujano pediátrico que parecía saber de política lo que yo sé de nutrición (y yo llevo más de 20 años luchando por bajar de peso), y que ya había sufrido una derrota en su primer y único intento por convertirse en Comisionado Residente en Washington, 3 años antes. Un joven Pedro Rosselló lideró el movimiento que, contra todo pronóstico y encuesta, logró derrotar las propuestas presentadas al pueblo mediante referéndum.

Suerte, dijeron algunos, que tuvo Rosselló. ¡Y no era para menos! Estábamos hablando de una persona que rompía todos los moldes del político tradicional, y hasta uno que otro gallito se le salía cuando hablaba, generando lo que hoy día sería ‘bullying’ pero que en ese entonces era solo una mofa dizque sana. ¡Sí, Pepe!

Anyways, todos conocemos lo que pasó después y cómo Pedro Rosselló gobernó por 8 años, trayendo progreso y grandes obras.

Lo que muchos no dicen, ya sea por odio hacia el PNP, la Estadidad o Rosselló, o porque no se han sentado a analizar, es que, con sus plebiscitos de estatus, su firmeza para exigir y hasta enfrentar a altos funcionarios de los Estados Unidos de igual a igual, entre muchas otras iniciativas, el Dr. Pedro Rosselló le demostró a la prensa, la izquierda extrema y al Partido Popular 2 cosas; que la Estadidad sí era viable (cosa que hasta antes de Pedro era motivo de burla) y que había un líder con los cojones para exigirla.

Fue ahí que se dio la transformación política más importante, cuando dejaron de existir los movimientos independentistas, libreasociacionistas y colonialistas, quedando solo dos movimientos: Estadistas y Anti-Estadidad.

De hecho, esa es una de las razones por las que el Partido Popular se fue desintegrando; porque pasó de promover la colonia a luchar para detener la Estadidad. El Partido Independentista y el resto de los partidos o movimientos, dentro y fuera de la competencia electoral, también fueron consumidos por esta transformación. Dejaron de promover sus ideales (aunque tengan siempre su chijí chijá hablando de la nación, la república y cuanta coletilla independentista existe), para dedicarse a detener la Estadidad.

Entiéndalo, procéselo, digiéralo; en Puerto Rico solo hay Estadistas y Anti-Estadidad.

¿Quiere ejemplos? Solo fíjese que en las convenciones del PPD hacen talleres para hablar de “los peligros de la Estadidad” o “el impacto económico de la Estadidad”, en lugar de hablar de las bondades del ELA o de cómo desarrollarlo. Igual pasa con los demás movimientos supuestamente independentistas, que viajan a Washington y, en lugar de promover la independencia, llevan el mismo sonsonete que los populares; “los peligros de la Estadidad” y “el impacto económico de la Estadidad”.

Es más, algunos han llegado al ridículo de decirles a los congresistas que la Estadidad para Puerto Rico, es mala para los Estados Unidos.

¿Y por qué todo esto es pertinente?

Bueno, porque cada cierto tiempo, incluyendo en esta semana, los Anti-Estadidad traen el tema de la supuesta ventaja de que tengamos una segunda vuelta en las elecciones generales porque, según dicen, “la democracia se fortalece solo cuando los partidos o líderes políticos ganan con más del 50% de los votos”. De hecho, resulta hasta cómico que ese argumento venga muchas veces de sectores que reclaman el comunismo para Puerto Rico.

Con ese esfuerzo gigante, que incluye una ofensiva tanto en los medios de comunicación tradicionales como en las redes sociales, los Anti-Estadidad intentan vendernos la segunda vuelta porque Se Creen Que Uno Es Pendejo.

Ya les dije que NINGUNO de ellos, NINGUNO es independentista, libreasociacionista ni colonialista. Su razón de ser es detener y destruir la Estadidad.

Entonces, me permito hacerles el mapa de por qué necesitan convencernos de que tengamos una segunda vuelta.

Independientemente de que un Anti-Estadista no sienta simpatía por el partido que, junto al PNP, quede en una de las primeras dos posiciones en una primera ronda de elecciones, en una segunda vuelta se sentirá inclinado a apoyar al partido que NO represente la Estadidad. No hay que ser un genio para entender esto. La segunda ronda que proponen los Anti-Estadidad, en buen boricua, es esto:

“Mano, yo quiero clavarme a los estadistas y la Estadidad. Lo voy a intentar con uno de los 4 o 5 partidos Anti-Estadidad que corran en las elecciones generales y, si el mío no gana, que se joda, luego voto por el que quede para derrotar al PNP y la Estadidad.”

En fin, una segunda vuelta en las elecciones generales significaría la destrucción del movimiento estadista y la Estadidad. Por eso lo necesitan. Por eso lo exigen. Por eso lo promueven como algo positivo “para todos”, tratando de convencer al liderato del Partido Nuevo Progresista que le dé paso a la segunda vuelta, enmendando la Constitución porque, como les dije antes, que Se Creen Que Uno Es Pendejo.

2 respuestas a «SCQUEP»

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