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Mi participación en la Carrera Familiar 5 K “Córrelo, Camínalo, o Ruédalo”

En diciembre de 2013 mi esposa, mis hijos y mis sobrinas participaron como voluntarios en la tercera edición de la Carrera Familiar 5 K Córrelo, Camínalo, o Ruédalo. La historia de la misma es muy interesante ya que surge como consecuencia de que al joven Sebastian no le permitieron participar en una carrera 5 K la cual el quería correr junto a su mamá. La razón de no permitirle participar fue debido a que Sebastian es una persona con impedimento físico. Para poder moverse, Sebastián requiere una silla de ruedas o un andador especial. Para hacer la historia breve,se creó está carrera en la que Sebastián junto a otros jóvenes con impedimentos no sólo pueden participar, sino que también se les provee con personas que les brindan apoyo y motivación durante los 5 Km del recorrido. La carrera es una de tipo familiar en la que se invita a la participación de las personas sin limitarse a personas con impedimentos. En la carrera del año pasado mi esposa, mi hija y una de mis sobrinas dieron apoyo trabajando en uno de los oasis, mientras que mi hijo y mi otra sobrina acompañaron a uno de los participantes Para la carrera de 2014 se esperaba la participación de 2,000 participantes.

La emoción de mi familia al contar su experiencia era impresionante. Esta carrera provee una experiencia única en su clase. Yo sentí un poco de vergüenza al ver como personas como Sebastián, quien tiene un impedimento de movilidad serio participan de un evento el cual muchos consideran imposible, y yo que tengo movilidad no me hubiese atrevido a algo así. El ser ciego ciertamente no me sirve de excusa. En ese momento me dije a mi mismo: –Mismo, mira a ver que haces, ya que deberías ir a la próxima edición de esta carrera.–

Obviamente un año es mucho tiempo, y el tiempo ayuda a olvidar este tipo de metas, y en particular en casos como yo. A mi la idea de hacer ejercicios nunca me ha llamado la atención, mucho menos el correr. Considero que el ser humano no fue diseñado para correr, o para caminar grandes distancias. Los animales que se distinguen por recorrer grandes distancias, o correr a alta velocidad cuentan con 4 patas, y nosotros sólo con dos. Estoy seguro que muchos de ustedes que me conocen en persona se sorprenderán con lo próximo que les diré, pero a pesar de como me veo, la realidad es que yo no tengo una buena condición física para los ejercicios. 😉 Yo me cansó hasta cortándome las u’ñas de los pies.

Volviendo a la historia original, este año cuando comencé a escuchar la campaña de la carrera, trataba de no prestarle atención, para evitar enfrentarme a mi resolución del año pasado. Sin embargo, hay otro dato que no he mencionado: Nosotros conocemos a la familia de Sebastián. La abuela de él, doña Judith, es de San Lorenzo. Los que fueron a mi boda hace 20 años estoy seguro la recuerdan, ya que ella fue la señora que cantó, y que impresionó a todos los que no la habían escuchado antes. Ella y su familia eran amigos de mi familia desde hace muchos años, y llevaba mucho tiempo escuchándola cantar, pero su voz siempre me impresionaba. Por cosas y vueltas del destino, mi esposa también tiene contacto semanal con Nora, la mamá de Sebastián. Hace dos semanas mi esposa vio a Sebastián, y él le preguntó si yo iría este año a la carrera. En ese momento la presión aumentó. Era Sebastián quién había hecho la pregunta. Él es la estrella de este evento, y él había preguntado por mi.

Dado que yo no había practicado y tenía la excusa de que el Chikungunya de octubre me tenían ls tobillos adoloridos todavía, no creí que fuera a participar. Sin embargo, ayer, día de la carrera, me percaté que los tobillos me habían dejado de doler desde hace unas dos semanas. Mientras mi familia se preparaba para salir, decidí ir con ellos, y al menos ser espectador. Este año mi hijo sería del grupo de apoyo que acompañaría a Sebastián durante el recorrido, y mi hija estaría en un oasis. Mi esposa me preguntó si nos inscribíamos para participar, y dije si.

Sebastián comienza su recorrido antes que ocurra la salida oficial del evento, ya que su desplazamiento es lento, debido a que aunque se le permite hacer el recorrido en su silla de ruedas con alguien empujándolo, él se propuso caminar en su andador al menos 3 Km del recorrido. Me fui en el grupo de Sebastián para evitar el tumulto de la salida oficial, ya que además de mi esposa, me estaría acompañando mi perro guía Pilgram. Además, hacer parte del recorrido con Sebastián me ayudaría a poder calibrar mi paso, de manera que pudiera saber cuan lento podía caminar. Recuerden que yo no había practicado, o para sonar más sofisticado, entrenado para este evento, y 5 Km suena a una distancia larga. Yo no podía ser el último en llegar a la meta.Esta posición le corresponde a Sebastián, a quién todos esperan a que llegue. Estoy seguro que si yo fuera el último nadie me esperaría. Ni siquiera mis hijos.

En el recorrido una vez nos pasaron por el lado las personas que si interesaban llegar en los primeros lugares, mi esposa, Pilgram, y yo nos separamos del Team Sebastián, y comenzamos a caminar con un paso más rápido. Para mi sorpresa, yo que me canso caminando a la nevera a buscar agua, no sentí cansancio, y básicamente no sudé. ¿Un milagro navideño? Era interesante ver cuando nos pasaban grupos con alguien en una silla de ruedas a la que empujaban a toda velocidad. En el evento habían cerca de 250 cadetes brindando apoyo físico y emocional a los participantes con impedimentos de movilidad. En mi recorrido sólo me detenía para darle agua a Pilgram, ya que recuerden que para él, en términos de carreras de perros, esta equivalía a un 35 K. También nos detuvimos un momento en un oasis para saludar a Félix y janice, quienes estaban a cargo del oasis. Ellos habían tomado clases de parto junto a nosotros en el 1997, y siempre nos sentábamos juntos para hacer chistes en la clase.

Los 5 Km no son tan malos como parecen. Creo que he tenido visitas a Plaza las Américas acompañando a mi hija y mi esposa en las que he caminado mucho más de 5 Km, y al menos en la carrera todos nos movíamos en la misma dirección, sin personas que vienen caminando de frente a uno en la dirección contraria.

Al llegar a la meta me dieron una medalla, de metal, no de lata, pero una vez en las gradas una señora amiga de la abuela de Sebastián me dio un vasito con coquito del bueno. No tengo idea de que posición tuve en la carrera, pero no importa, ya que comprendí que mi único rival era yo, y que me había ganado. No tengo idea de como fue la llegada del primero, pero si vi la llegada de muchos otros. Sin embargo la llegada más emocionante fue la del último participante.Una vez en la pista del recorrido final, Sebastián tomó nuevamente su andador. todos le gritaban y aplaudían en señal de apoyo.detrás de Sebastián le acompañaban muchas personas , incluyendo a docenas de cadetes que marchaban.

Una vez cruzó la meta comprendí que Sebastián más que impedimentos de movilidad, el sólo tiene dificultades, y que él era otro ganador de la carrera.

Espero que el año próximo tu que me lees también te unas a la carrera.

Nota: Los fondos recaudados en esta actividad serán usados para costear los gastos del Campamento Vida Alegre para niños y jóvenes con impedimentos el cual organiza el Centro María de los Ángeles.

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