Esta mañana nos levantamos a las 4:30 AM, ya que una hora mas tarde salíamos al aeropuerto. Pedí que me cambiaran a un asiento de ventana, de manera que el perro no molestara si alguien en la fila tenía que salir al baño. Entonces me asignaron una fila completa para mí y para Pilgram. El vuelo fue uno muy bueno, y Pilgram se portó como un viajero frecuente. Cerca de mediodía llegamos a Puerto Rico. Se me hizo difícil acostumbrarme otra vez al calor. En la tarde fuimos a Pet Smart y ya Pilgrim tiene su propia jaula, lo que le permitirá tener su espacio privado, en el que no molesta a nadi, ni nadie lo molesta con patadas o pisotones accidentales.
Espero que la narración de mi viaje a The Seeing Eye haya sido entretenida, y que sirva como una guía para otras personas ciegas que estén considerando conseguir un perro guía, y quieran tener una idea de como es el proceso de entrenamiento. Con esto termino la narración diaria, y de ahora en adelante sólo estaré escribiendo cuando surjan situaciones que lo ameriten. Los asuntos de futuros escritos podrían estar relacionados en algunos casos a Pilgram, pero también podría estar escribiendo de otros asuntos.
Carlos