Ayer no hicimos nada particular. En la noche un grupo nos reunimos en la sala común y ordenamos pizza luego de un largo debate de qué ordenar. La pizza fue una excusa para compartir, ya que habíamos cenado.
Para aprovechar que ya estás leyendo esta entrada, voy a escribir algunas reglas de como el público general debe tratar a una persona y su perro guía. Estas reglas aplican siempre que el perro esté utilizando el arnés, sin importar si su dueño lo está manejando. Si el perro tiene el arnés, él se encuentra en su modo de trabajo, y es importante no distraerlo.
1. No toques al perro sin pedir permiso a su dueño.
2. No pidas permiso para tocar el perro, ya que el dueño no te lo dará. Jamás toques un perro guía con arnés, ya que luego él va a querer que otras personas también lo acaricien, y estará distraído en su trabajo.
3. Si conoces el nombre del perro, no lo llames.
4. No le des comida de humanos al perro. Estas comidas le pueden caer mal en el estómago.
5. No mires al perro, ni trates de llamar su atención. Si el perro se distrae mientras trabaja, su dueño tendrá que corregirlo gracias a tu intervención.
6. Si quieres poder compartir algún tiempo con el perro, puedes invitar a su dueño a almorzar, cenar o a tomar algunas copas de vino. En la invitación puedes incluir a la familia del dueño. Si tienes un patio con verja, o un área en la que el perro pueda estar suelto, es posible que lo veas sin arnés. Cuando el perro no tiene arnés, es un perro completamente distinto.
Carlos