En los años recientes se ha ido convirtiendo en el estándar el que los teléfonos móviles tengan un dispositivo de lectura de huellas dactilares como alternativa para proteger el acceso a la información almacenada en la unidad. Yo uso un iPhone y esta característica la considero una muy importante ya que me facilita el uso del teléfono, sin perder mucho tiempo usando el método alterno de entrar una contraseña. Por lo general se permite el almacenar la información de varios dedos, y mayormente la gente opta programar sus dedos índice y pulgar, ya que estos son los que comúnmente se usan para tocar la pantalla. Sin embargo, mi hija me acaba de dar un consejo, el cual no he leído en ningún lugar, pero que hace mucho sentido. Ella me aconsejó que además programara al menos uno de los dedos meñique. La idea me pareció absurda hasta que ella me explicó su lógica para esto. Ella me indica que en ocasiones uno come con la mano, por lo que puede tener los dedos índice y pulgar un poco sucios, ya que con estos uno agarra la comida. Como ejemplo ella me dijo que si estás comiendo papas fritas, no quieres tocar el lector de huellas con los dedos que posiblemente tienen rastros de sal o de grasa. Dado que uno normalmente no aguanta la comida con el meñique, de esta manera ese dedo está disponible para tocar la pantalla o al lector de pantalla, sin preocupación adicional.
Espero que encuentren este consejo como uno de provecho, y buen provecho si estás leyendo este artículo en tu móvil mientras comes.
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