Este mes se cumplen 46 años de la visita del entonces presidente egipcio Anuar el-Sadat a Israel. Enemigos acérrimos, con guerras sangrientas (1967, guerra de los seis días; 1973, guerra del Yom Kipur) tan a la mano de la memoria como una Kalashnikov a la mano de un guerrillero, el-Sadat fue el primer presidente árabe en romper “la política de aislamiento” contra el pueblo hebreo. Ambos pueblos habían decidido darse la paz, que firmaron en 1978 (Acuerdos de Camp-David).
Parte de los objetivos de el-Sadat en su encuentro de paz fue solucionar el problema de los palestinos y eso sólo podía hacerse bajo condiciones de paz, nunca mientras vuelan los misiles en el aire. Entonces, Egipto también enfrentaba en su país el problema de los palestinos refugiados.
Pocos años después, en octubre de 1981, el-Sadat fue asesinado por un escuadrón de la muerte de soldados radicalizados por la Hermandad Musulmana. Por cierto, para aquellos izquierdistas radicales que estén aplaudiendo por la Muerte de el-Sadat, izquierdista y nacionalista, déjenme decirles que también murió en el atentado el embajador comunista de Cuba en Egipto.
En 1982, en Beirut (el-Líbano, al norte de Israel), ocurrió una reunión altamente secreta entre el líder político … Leer más...