Ayer fue el último concierto de la Residencia de Bad Bunny en Puerto Rico. Un evento histórico, nos guste o no, que se transmitió por Amazon Prime y, aunque algunos no lo crean, estaba preñao de estadistas y penepés (que no siempre es lo mismo), a pesar de que resultó en una plataforma para promover la independencia y atacar la Estadidad.
Por supuesto, esto no me sorprendió para nada.
De hecho, algunos amigos y familiares que asistieron ayer, son estadistas de los que no doblan ni parten, así que asistir a este evento no les hará cambiar de ideología o de partido político, según aplique.
Sin embargo, la extraordinaria asistencia de penepés y estadistas a todos los conciertos de la Residencia de Bad Bunny, lo que realmente confirma es lo que vengo diciendo hace años: “cantarse de izquierda es un negociazo”.
Fíjense en lo siguiente:
Cuando un independentista (genuino o fingido, eso no viene al caso) tiene un concierto, una obra o monta una actividad, los anti Estadidad y anti PNP sienten una necesidad tremenda de apoyarlos. No importa si les gusta o no lo que ofrece ese artista, pues, apoyarlos es un acto patriótico, un deber “por la nación … Leer más...