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Las machinas de las fiestas patronales

Frecuentemente me encuentro con mensajes en las redes de personas que recuerdan cómo era la infancia y la juventud de las personas de mi generación., y de cuan laxos eran los estándares de seguridad. Típicamente se menciona en estos mensajes que en esa época los niños no usaban “Car Seats”, y que tampoco se usaba cinturón de seguridad. Se vivía en el filo del peligro con toda normalidad. Sin embargo, nunca he visto a nadie comentar sobre algo que recuerdo y que estoy seguro muchos de ustedes vivieron. Me refiero a las fiestas patronales de los pueblos con sus esperadas machinas.

En mi pueblo de San Lorenzo era una tradición ir a las machinas desde que tengo memoria. Estas máquinas se notaba habían llegado a sus dueños en Puerto Rico en segundas manos, y luego de haber recorrido por muchos años en ferias de los Estados Unidos. No se cómo nuestros padres se atrevían a poner en riesgo nuestras vidas por unos momentos de alegría. Era interesante ver pasar los camiones con los equipos que se instalarían, y al siguiente día ver esos equipos que un día antes eran pedazos de metal y plástico, y que ahora giraban a toda velocidad con luces brillantes. Claro está, estos equipos no se habían instalados solos. Ellos dependían de unos profesionales que no sólo los instalaban, pero que también por dos semanas consecutivas lo estarían operando. Conocíamos a estos profesionales como los Machineros.

También era interesante ver como estos machineros se las inventaban para que cuando por ejemplo sí se les había perdido un tornillo necesario para amarrar la cadena de una silla voladora a la máquina, pues en lugar del tornillo, usaban como pasador a un clavo doblado. Ciertamente esto si se prestaba para que la atracción tuviera una verdadera silla voladora. También se notaba su ingenio cuando en lugar de tener que quedar agarrando una palanca que mantenía la machina operando, estilo “Dead Man Switch”, ellos amarraban dicha palanca con una soga la misma para poder alejarse de su área de trabajo y poder ir a rapear a una muchacha, o en algunos casos irse al frente de un carretón cercano a fumarse unos cigarrillos extraños, que parece que también ellos fabricaban. La duración de la “ride”dependía de cuánto tiempo le tomaba el fumarse el cigarrillito ese, o de cuanto tiempo tardaba la muchacha en retirarse. Antes de pensar mal de ellos, les debo recordar que era notable que eran personas religiosas, y de altos valores familiares ya que en la mayoría de los casos tenían tatuajes de la cara de Cristo con un mensaje debajo que decía: “Perdóname Madre”. A esta fecha me sorprende el que todavía Disney no haya contratado a todas estas personas para que laboren en sus parques.

Nada, recuerdos que tengo de mi infancia, y que supongo te traerán recuerdos de experiencias que viviste en las fiestas patronales de tu pueblo. Si tienes algún recuerdo de esa época, recuerda puedes compartirlo en la sección de comentarios.

Una respuesta a «Las machinas de las fiestas patronales»

Excelente articulo. No existia nada de proteccion si nos llegabamos a caer. No habia cascos, ni rodilleras y los empleados protegidos por OSHA menos.

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